lunes, 23 de enero de 2017

A solas contigo.


De mis primeras salidas nocturnas "a solas contigo" cubiertos por un manto de estrellas y sintiéndonos observados por esas miradas luminosas que nos rodeaban.
Esa noche sentí una explosión de sentimientos, por una parte tenía algo de miedo por estar allí sólos, totalmente a oscuras, pero era tal la excitación de ver ese cielo, que pronto pasó a ser adrenalina lo que recorria mi cuerpo. Adrenalina, tras pulsar el disparador y transcurridos los 30 segundos, que a veces se hacen eternos (por culpa de esta impaciencia que tengo) pero es entonces cuando se enciende la pantalla y ves todas esas estrellas, alguna de ellas invisibles para nuestros ojos. Adrenalina de escuchar a esos animalitos comunicándose entre ellos ya que estabamos en plena época de la berrea y aún no sé si brillaban más sus ojitos llenos de amor o las estrellas y lo mejor de todo, tú, allí bajo el árbol, creyéndote poseedor de una espada láser xd. Por aquel entonces no teníamos ni idea de iluminación (y a día de hoy tampoco) y no me daba miedo el tirar de ISOS altos, creo recordar que enfoqué a ojimetro ya que eso de la hiperfocal me sonaba un poco a chino.
En fin todas esas cosas que hace uno cuando empieza a experimentar la fotografía nocturna, pero ahora al ver la foto y aún con todos los defectos que pueda tener lo que me provoca al traer todos estos recuerdos, no tiene precio. Ya que para mí hacer fotografía nocturna no es sólo salir a disparar, detrás de cada foto siempre suele haber una historia, unas mejores que otras, pero siempre me hacen recordar.  Y concluyo con una frase de W.Eugene Smith que me encanta ¿De qué te sirve tener una gran profundidad de campo si no hay una adecuada profundidad de sentimientos?
 Un saludo a todos los que hayáis sido capaces de leérme jejeje. F:3,5 30seg Iso:3.200

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