Pues detente, no lo hagas, pues antes debes saber que una vez que te asomes por el visor, ya no vas a poder mirar igual, ni sentir igual, algo en ti cambiará e irás a todas partes haciendo fotos mentalmente, encuadrando tus ideas, seleccionando sólo lo que tu quieres mostrar, he de reconocer que incluso a veces querrás distorsionar la realidad.
En serio, no lo hagas, no lo hagas porque habrá días en los que pienses que te estas volviendo loco, que algo extraño se ha apoderado de ti, te sentirás como si fueses un fotómetro andante e irás constantemente midiendo la luz, hasta analizaras los rayos que se pasean por tu casa y sabrás cual es la mejor luz para cada ocasión, por lo que si tienes una foto en mente habrá días en los que desearás que amanezca o que quizás anochezca y así sucesivamente...
No lo hagas porque cuando veas el mejor atardecer de tu vida, ese día, no llevarás la cámara encima, pero no te preocupes, esas van a ser las mejores, las que se te queden guardadas en la retina.
No lo hagas porque vas a conocer a gente rara, pero que muy rara, que compartirán contigo la manera de pensar, y que se podrán pasar horas hablando de fotografía y con la que siempre acabarás en un bar xd.
Gente que a veces te harán ver en blanco y negro, muy pero que muy contrastado y otras en color.
Gente sin filtro que no tendrá problemas en compartir todo lo que saben contigo y que incluso van a incentivarte haciéndote pensar de manera conceptual.
Gente que van a inspirarte aunque ellos nunca lleguen a saberlo...
Así que querido amig@ si no quieres experimentar toda la locura que va a albergar en ti la fotografía, no lo hagas, no pulses el botón.
Rocío Jurado.